Baja de peso
Optimiza tu estado de ánimo
Mejora tu apariencia
Con
Te Verde
Un estilo de vida
*(La propiedad intelectual de este documento está registrada)
Introducción
Todos sabemos que no existe un elíxir de la eterna juventud, ni la piedra filosofal, ni la fuente de la felicidad, pero, lo que definitivamente sí existe en todos nosotros ese eterno deseo de optimizar nuestra apariencia, nuestro estado de ánimo y nuestra armonía, que es la fuente de nuestra paz interior. No es extraño plantearlo así. Nuestra apariencia y nuestro estado de ánimo están íntimamente relacionados: si nos sentimos mal nos vemos mal y viceversa.
Vivimos sin embargo, en una época en la que las exigencias sociales y profesionales respecto de nuestra apariencia son severas. ¡Díganmelo a mí! Yo trabajo como conductora de noticieros para una importante cadena de televisión en México y tengo cuarenta y dos años. Se perfectamente lo que es la presión sobre el mantenimiento de una aceptable apariencia física.
No es extraño que hombres y mujeres de todas las edades recurran hasta el maltrato a si mismos con tal de conseguir una mejor apariencia externa: dietas destructoras, cirugías dramáticas e incluso llegan hasta la enfermedad, como la bulimia y la anorexia, en una obsesión por lograr una apariencia sin que importe la salud física o mental.
Los casos de personas bellas en apariencia, muy delgadas, pero deprimidas van en aumento. Nadie puede ser feliz maltratándose ni el buen aspecto resulta duradero así. Nadie es feliz tampoco cuando no se es como se desearía ser. En resumen: nadie es feliz sintiéndose mal.
En este libro buscaremos reestablecer la comunicación con nuestro propio ser. Buscaremos “ponernos de acuerdo” con nosotros mismos de manera que logremos alcanzar nuestros más anhelados objetivos: vernos bien, sentirnos bien, estar en armonía interiormente y con nuestro entorno.
Un régimen alimenticio por sí mismo no puede lograr eso. Aunque bien es cierto que “somos lo que comemos”, también somos lo que pensamos y somos lo que sentimos. La pregunta es ¿Existe algo en el mundo que ayude a alinear mi organismo, mi mente y mi espíritu?
La respuesta más sincera es sí. Sí existe algo y ese algo se llama disciplina. Y en este libro aprenderemos a descubrir nuestro potencial para ser disciplinados de manera que podamos conseguir lo que nos hemos propuesto.
¿Qué es lo que deseamos?
Esta es una pregunta muy importante. Es básico tener una respuesta clara a la pregunta de “¿Qué es lo que quiero?”
Quiero ser más delgada, quiero sentirme más fuerte, quiero estar de mejor ánimo, con más energía, quiero sentirme más contenta con mi vida, quiero sentir más energía por las mañanas y dormir plácidamente por las noches…
Esto, entre muchas otras cosas nos parece la perfecta vida de una persona feliz y nosotros podemos tener esa vida y en este libro aprenderemos como. Solo hay que tener algo en mente: nada es gratuito. Todo tiene un precio y el precio que hay que pagar en este caso se paga con disciplina. ¿Estamos listos para asumir ese compromiso con nosotros mismos?
Los sucesos de nuestra vida son el resultado de una serie de decisiones. Seguramente hemos tomado algunas decisiones incorrectas, aunque en su memento pensamos que eran las más adecuadas. Luego vimos que los resultados no eran los deseados o nos dimos cuenta de nuestro error. Perdonémonos. Es momento de iniciar de nuevo. Es momento de tomar una decisión correcta: la decisión de estar bien es decidirse por el bienestar.
El Inicio
Una vez hecho el compromiso de ser disciplinados, para poder alcanzar nuestros objetivos, podré comentar por qué a esta dieta le he llamado La Dieta del Te Verde y cómo es que esta milenaria bebida, que es económica y que se consigue en cualquier parte prácticamente, encierra una gran cantidad de secretos maravillosos para ayudarnos.
Primero les contaré mi historia brevemente. Al igual que muchas personas de mi generación (tengo cuarenta y dos años), he vivido influenciada por la mercadotecnia, la publicidad, las revistas de modas, la competencia social y económica y las presiones del trabajo.
Como todos, a lo largo de mi vida he tenido momentos buenos y situaciones difíciles. Siempre he sido una mujer intensa y así, con intensidad, he conocido la alegría, la tristeza, el amor, la soledad, angustia, ira, dicha y placer, abundancia y escasez. Digamos que he gozado de la vida tanto como he sufrido en ella.
Cuando las cosas iban bien para mí, sentía que podía tener mayor control sobre mi persona. Pero cuando la situación me era adversa, entonces me abandonaba al desconsuelo y era común buscar refugio en la comida, me dejaba caer en la apatía y entraba en un estado sedentario. Como si quisiera detener al mundo hasta que el problema que me mortificaba se arreglara, como si estuviera en “huelga”.
Debo confesar que ningún problema se ha resuelto por abandonarnos, comer excesivamente, volvernos sedentario, deprimirnos o revelarnos contra la adversidad haciéndonos daño a nosotros mismos.
Por supuesto, tras los momentos de crisis y viendo los estragos: sobre peso, flacidez y tanto tiempo perdido, trataba desesperadamente de recuperar la figura lo más pronto posible, sin pensar en que, la forma en que lo hacía, también me causaba daño.
Hice entonces dietas “milagrosas”, de esas que prometen bajar de peso espectacularmente en solo unos días, ingería sin mayor cuidado, productos “para quemar grasa” y en alguna ocasión y aun bajo prescripción médica, hice una dieta tomando pastillas para adelgazar. En efecto, adelgazaba, pero mi estado de ánimo brincaba de un extremo a otro, me sentía irritable, inquieta, débil y en ocasiones, me mareaba o sufría dolor de cabeza.
Como eso era insostenible por tiempo prolongado, al poco tiempo abandonaba esas dietas de castigo y volvía a aumentar de peso, a veces hasta más que antes y entonces, además de sentirme mal con mi aspecto, me sentía frustrada.
Subía y bajaba de peso de una forma poco saludable ingiriendo refrescos “light” comidas procesadas, comiendo a deshoras, haciendo poco ejercicio y luego mucho, sin orden ni constancia alguna.
Al principio, cuando era más joven, mi cuerpo respondía noblemente a los abusos y al maltrato de las dietas desbalanceadas, del ejercicio extenuante sin contar con el acondicionamiento físico adecuado y por supuesto, a los posteriores rebotes.
En un mismo año podía cambiar de talla hasta tres veces y tener fluctuaciones en mi peso de hasta diez u ocho kilos. Era típico que para verano había que adelgazar a como diera lugar matándome de hambre y en Navidad estaba nuevamente con sobrepeso.
Sin darme cuenta y al paso de los años, todo ese maltrato repercutía en mi estado de ánimo. Cada vez era yo más propensa a la irritabilidad, a los episodios de ligeras depresiones, al desánimo, a la fatiga crónica y lo peor: a sentir una especie de disgusto hacia mí misma. Simplemente, no me quería.
Cuando uno fuma, toma (no necesariamente en exceso), se desvela, se alimenta mal y con comida chatarra, se mata el hambre a punta de refrescos y bebidas “negras”, se estimula a base de café, se medio mata con dietas dramáticas y luego se deja caer de lleno en excesos ingiriendo azucares, grasas, harinas y sal obviamente esta incurriendo en un abuso de su persona. Se está maltratando.
Luego sucede que la autocrítica pasa a ser autoinsulto. Recuerdo que muchas veces, por las mañanas, al verme en el espejo o a la hora de vestirme y sentir la ropa ajustada e incómoda, solía decirme a mí misma cosas muy desagradables: “estoy hecha un cerdo”, “Como odio esta panza” “detesto mis muslos” “Qué mal me veo” “Qué horrendas bolsas tengo en los ojos”, etcétera.
Nada de eso iba a ayudar a hacer mi día más agradable, a sentirme más segura o más feliz. Ya me había agredido a mí misma ¿Qué podía entonces esperar del mundo allá afuera?
Intentaba una y otra dieta, pero no me funcionaban. Había algo que no permitía que las dietas a las que me sometía con aparente determinación, surtieran efecto. El problema era que no había armonía en mí.
Era importante primero, reconciliarme conmigo misma, que mi cuerpo, mi mente y mi espíritu (podemos llamarle voluntad) nos pusiéramos de acuerdo. Mi vida, entonces estaba partida por el eje: Mi mente me agredía, mi cuerpo me desobedecía y mi voluntad andaba por los suelos. Anímicamente me sentía como una piltrafa, generalmente triste y cansada y en el peor de los casos irritable.
El Espíritu.
Howard Gardner argumenta que los seres humanos tenemos por lo menos siete diferentes tipos de inteligencias: la espacial, musical, deportiva, racional, emocional y otras. Sin embargo, todas estas inteligencias se dividen finalmente en tres grandes grupos: la inteligencia racional o cociente intelectual (CI), la inteligencia emocional (IE) y la inteligencia espiritual (IES).
Todos los seres humanos somos espirituales, no importa de qué lugar del mundo seamos originarios ni cual sea nuestra cultura, somos espirituales porque necesitamos darle sentido, valor y trascendencia a nuestra existencia y a lo que hacemos mientras estamos conscientes de que existimos.
La inteligencia espiritual es realmente el alma de nuestra inteligencia racional. Es lo que nos mueve, lo que nos impulsa a cambiar, a crecer a crear. Es muy importante despertar nuestra inteligencia espiritual. Para eso debemos darnos permiso de ser sensibles, de sentir y percibir lo que nos rodea lo que nos rodea y darle un significado.
Cuando hablamos de “vernos bien” pensamos únicamente en el aspecto físico, pensamos en la talla, el peso, las medidas, la estatura, la calidad y condición de la piel y del cabello y prestamos poca atención a lo intangible, a las almas, al espíritu humano.
Sin embargo, hoy se descubre la gran influencia que la salud espiritual tiene y ejerce sobre cualquier proceso que involucre a nuestro cuerpo, desde curarse de una enfermedad hasta el recuperar su armonía. Y debemos tener presente que la belleza no es otra cosa que el reflejo de una armonía y un equilibrio interior.
Tan es así que en fechas recientes, la espiritualidad ha recobrado un creciente interés en la medicina alopática y occidental. La Escuela de Medicina de Harvard ha patrocinado una conferencia sobre la espiritualidad recalcando la importancia de este tema y la forma en que la espiritualidad influye en la recuperación de los pacientes.
Ser espiritual no implica forzosamente ser religioso y además, tampoco importa cuál sea la religión que se profesa, casi todas las religiones del mundo coinciden en que el cuerpo es un tempo para el espíritu y que el espíritu y el cuerpo están íntimamente relacionados.
Se sabe, científicamente que, el estado de ánimo de una persona está directamente relacionado con su estado de salud y con su apariencia y que el cuerpo y el espíritu son interdependientes. La espiritualidad está relacionada con nuestra energía vital interior.
La energía vital interior es la que alimenta nuestra fuerza de voluntad. Si no tenemos energía vital interior, nuestra voluntad será frágil, no tendremos suficiente determinación para vencer las tentaciones y alcanzar nuestros objetivos sean cuales fueren éstos.
Las personas espirituales que profesan una religión, cualquiera que esta sea, pueden recurrir a la oración y quienes sean solamente espirituales sin que necesariamente practiquen algún credo pueden intentar la meditación como un mecanismo que fortalece su energía interior.
Las personas, necesitamos desarrollar una energía interior para fortalecer nuestra voluntad y encontrar nuestro punto de equilibrio y armonía. Con un espíritu fortalecido, dejaremos de agredirnos a nosotros mismos, dejaremos de insultarnos, dejaremos de ser débiles en todos los sentidos.
No estoy sugiriendo orar para acrecentar nuestro sentido de la vanidad. Esta dieta tiene poco o nada que ver con la vanidad. Tiene mucho más que ver con descubrir las bondades del autocontrol, de la moderación, de la frugalidad, de resistirse a los excesos. Obviamente, los resultados vienen envueltos para regalo.
Es muy importante, por salud mental y espiritual, no añadirle sufrimiento al sufrimiento y aprender a aliviar el dolor, propio y ajeno. Si ya se siente usted mal por el estado en que se encuentra ahora (con sobrepeso, avejentado, agobiado, etc.) nada gana con flagelarse emocionalmente castigándose y torturándose con opiniones negativas respecto de si mismo.
La vida premia a quien vive con moderación, con orden, con disciplina con dignidad, con amor propio, con paz interior, sin remordimientos, sin excesos. La consecuencia de esto será, en primer lugar, sentirse maravillosamente bien y en paz consigo mismo, y en segundo lugar, su cuerpo responderá armoniosamente volviendo a su peso ideal, desintoxicándose, viéndose relajado y rejuvenecido, descansado.
Por lo tanto, si usted ha decidido iniciar esta Dieta del Te Verde habrá de visualizarse como alguien que ha iniciado un ritual de salud. Usted está a punto de “limpiar” el templo donde habita su espíritu. Para eso, debe primero ponerse en contacto con su espíritu.
En mi caso personal, todas las mañanas, lejos de “maldecirme” por mi aspecto, me dedico a orar y a meditar por unos minutos. Pido en mis oraciones paciencia para mi misma y para los demás, fuerza de voluntad, conciencia para ir alcanzando nuevamente el equilibrio y la armonía, benevolencia para mi persona y para los demás. “Amar a mi prójimo como a mí misma, amarme a mi misma para amar a mi prójimo”. Agradezco un nuevo día como quien agradece una nueva oportunidad para corregir errores, para mejorar, para seguir adelante y para alcanzar las metas trazadas.
Medito un poco en torno a cómo quiero que sea el día para mí. Consciente de que habrá muchos imponderables y eventos impredecibles trato, hasta donde me sea posible, de mantener las riendas sobre mí propio ser: mis impulsos, mis tendencias, mis pensamientos, mis antojos.
Comer y hablar con moderación es algo de lo que nunca nadie se ha arrepentido. La prudencia, la paciencia y la perseverancia son algo que debemos tener siempre presente e intentar ejercer todos los días hasta dominar dichas virtudes en el hacer en el decir y en el comer.
Es importante tener presente también que “no es el éxito el que nos da la felicidad, sino la felicidad la que nos da una sensación de éxito”. Por lo tanto, todo camino hacia el logro de nuestros objetivos debe andarse con un óptimo estado de ánimo.
La Mente
“La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos”
Marco Aurelio
La mente se define como aquello que es claridad y conoce. Claridad se refiere a la naturaleza de la mente y el conocer es su función. Debemos tener muy claras nuestras metas y conocernos muy bien para que se logren los objetivos.
No necesitamos más que observar para saber qué es lo que nos ha hecho caer en debilidades, en tentaciones en flaquezas, en descuidos y que tengamos resultados que no deseamos reflejados en nuestro cuerpo y nuestro rostro. Ni qué decir de nuestras actitudes y conductas.
Probablemente hemos estado “dormidos”. Estar dormido es lo contrario de estar alerta. En la vida hay que estar alerta y despierto. Las horas de sueño son para dormir. Una mente dormida no ayuda en nada a llevar las riendas de nuestra vida ni a alcanzar nuestras metas.
¡Por favor, despierte! Mírese, mire a tu alrededor, comience de una vez a vivir. No importa qué edad tenga, ni cuántos años hayan pasado. La vida puede ser plena mientras haya vida y deseos de vivir intensamente, concientemente.
La mente, al igual que el espíritu, juega un papel muy importante. Lo que para el espíritu es la fuerza interior, para la mente es la determinación. Determinación es una decisión. Solo nosotros mismos podemos decidir la clase de personas que queremos ser.
Si bien es cierto que han existido en nuestras vidas muchos factores externos que nos han influenciado positiva o negativamente, no dejan de ser solo eso: influencias.
Debemos tener presente que si no hay calma, tranquilidad, claridad y orden en la mente las cosas no pueden ir bien ni dentro ni fuera del individuo.
Nuestra mente es un arma poderosa que nos defiende y nos protege si la utilizamos correctamente pero también nos traiciona y actúa en contra nuestra si no conocemos su potencial y si no la controlamos.
El estrés, la ansiedad, las angustias, las preocupaciones cotidianas ocupan nuestros pensamientos y drenan nuestra energía. Pero además distraen nuestra conciencia y es entonces cuando actuamos compulsivamente. Muchas personas con sobrepeso comen por nervios.
En este libro repetiré varias veces esta frase: “No añada sufrimiento al sufrimiento”. Pensar en su ansiedad, en su estrés o en los motivos de sus angustias, no resuelven el problema de origen. En cambio, fortalecerse, despejar su mente para pensar con claridad, alimentarse correcta y balanceadamente, liberar tensiones mediante algún ejercicio moderado o un paseo agradable a pie si es posible, si será de gran ayuda.
Usted, como algunas otras personas me preguntará:”¿Y de donde voy a sacar fuerza y voluntad, determinación y disciplina si estoy inmerso en una enorme apatía, en la desidia y en el abandono de mí mismo?”
Le responderé con una analogía: Había una vez un hombre que se sentía cansado de la vida y quería solamente aislarse en un lugar oscuro y solitario. Así encontró una cueva para alejarse de todo y de todos. En el interior de la cueva, de pronto se percató que algo muy pequeñito, casi insignificante brillaba con intensidad. Se acercó y vio que era un diamante. Este hallazgo, lo incitó a buscar una linterna para buscar más diamantes. “Si he encontrado uno seguramente habrá más” pensó el hombre. Una vez iluminada la cueva con una linterna, el hombre buscó algunas herramientas, y comenzó a trabajar arduamente picando piedra. La búsqueda le tomó años. Poco a poco fue encontrando otros diamantes.
Si usted está leyendo este libro, es porque tiene el deseo de cambiar para mejorar: Usted quiere sentirse bien, más sano, más alegre, con más energía y con entusiasmo por la vida. Ese deseo es su primer diamante. Habrá que iluminar la cueva, picar piedra, darle sentido al esfuerzo y los demás diamantes vendrán después.
Lo importante es que usted reconozca que desde ahora ya está haciendo algo por sentirse mejor, usted realmente está convencido de que puede cambiar para bien. Eso se llama esperanza, es fe en sí mismo. Eso es un diamante. Usted dejará de usar su energía negativamente alimentando emociones negativas. Usted comenzará a buscar las herramientas correctas para explotar la “mina de diamantes” que hay en su propio ser.
Tomará tiempo y precisamente sus herramientas serán: la conciencia, la paciencia, la perseverancia, la dedicación. Usted necesita una linterna: su mente. Eso le permitirá pensar con claridad. Ahora bien, cuándo usted vaya descubriendo uno a uno sus “diamantes”, tendrá que cuidarlos, pulirlos, resguardarlos y administrar bien su nueva riqueza.
Por ejemplo: “comer por nervios” no es otra cosa que comer compulsivamente sin registrar a nivel consciente cuánto alimento estamos ingiriendo y sin hacer caso de la sensación de saciedad. Ningún problema, ninguna tristeza, ninguna soledad y ninguna angustia se ha resuelto con comida. Los problemas en la vida se resuelven, cuando es posible resolverlos, pensando con claridad.
De todos es sabido que un estomago lleno constantemente implica que el organismo envíe más sangre a nuestro sistema digestivo y menos sangre a nuestro cerebro. Comiendo en exceso pensamos con menos claridad. Ni qué decir de beber en exceso si se trata de alcohol o ingerir otro tipo de sustancias tóxicas.
La mente es nuestro administrador general. Un buen administrador debe manejarse frugalmente, inteligentemente, estratégicamente. Nuestra mente debe ayudarnos trazando un plan que nos permita entender con claridad:
1.-Dónde estoy ahora
2.-A dónde quiero llegar
3.-Como voy a llegar a donde quiero llegar
4.-Como voy a mantenerme en mi meta.
Por ejemplo: Si mi estatura es baja y ahora peso 70 kilos y mi peso ideal son 55. (Hay gráficas que nos permiten saber cuanto sobrepeso tenemos) Se entonces dónde estoy: estoy 15 kilos arriba de mi peso ideal. Se a donde quiero llegar: quiero llegar a pesar 55 kilos. Y se como quiero llegar así: cambiando mi estilo de vida, siguiendo un régimen integral en el que mi espíritu, mi mente y mi cuerpo trabajen como un equipo, en conjunto. ¿Como voy a mantenerme ahí? Comprendiendo que un régimen implica un cambio en el estilo de vida. No es algo temporal ya que si así fuera, los resultados también serían temporales.
Para lograr mi objetivo y mantenerlo de por vida debo poner en armonía mi espíritu, mi mente y mi cuerpo.
Esto puede parecer difícil al principio pero no lo es. El bienestar se empieza a apreciar tan pronto que la persona se siente motivada. Cada día es un logro. Empieza a desaparecer la fatiga, el cuerpo comienza a deshincharse paulatinamente, la piel mejora, la sensación de reconciliación con uno mismo no se hace esperar. ¡Estoy trabajando en equipo conmigo misma! ¡Esto es maravilloso! ¡He dejado de comportarme como mi enemiga y me he convertido en mi mejor amiga!
Es increíble como ese casi desprecio y decepción que sentíamos por nosotros mismos va convirtiéndose poco a poco en una sensación de disfrutar ser quienes somos. Somos personas con un propósito, con una meta, con un objetivo. De pronto, nos hacemos concientes de que, en efecto, tenemos compromisos con la pareja, con los hijos, con el trabajo o con el resto de la familia y los amigos…pero que ahora hay un espacio importante en el que tenemos un gran compromiso con nosotros mismos.
Este compromiso debe llevarse en plena conciencia. La mente nos ayuda a estar concientes de todo cuanto hacemos. Es el lugar donde esta trazado nuestro plan, es el lugar donde esta implantada la determinación que se activa con la fuerza interior que viene desde nuestro espíritu.
Hemos decidido ser mejores, sentirnos mejor, vernos mejor, tener control de nuestra vida en todos los sentidos, eliminar la desidia, la apatía y la indiferencia, cambiar la forma que antes teníamos de relacionarnos con nosotros mismos y por ende, cambiaremos la forma en que nos relacionamos con los demás. Ahora, esas relaciones serán de calidad absoluta, en conciencia y más plenas.
Sin lugar a dudas, sucederán cosas importantes. Primero, al hacer las cosas con mayor conciencia comenzaremos a apreciar detalles que nos pasaban desapercibidos cuando las hacíamos de manera compulsiva. Los sabores, aromas, sonidos, momentos, texturas y consistencias nos parecerán mucho más intensos.
El tiempo tomará su paso, descubriremos que hay tiempo realmente para todo ya que en la conciencia no existe la desorganización. La capacidad de disfrutar será parte ya de nuestra vida todos los días. Atrás quedó el tiempo en el que los días se nos iban uno detrás de otro sin que nos diéramos cuenta. En conciencia todo adquiere mayor significado.
Es recomendable alinear la mente y el espíritu desde temprana hora en la mañana. Desde que nos levantamos y hacemos nuestra oración del día o nuestro ejercicio de meditación y lo mismo al acostarnos. Nuestra mente y nuestro espíritu deben ser un binomio. En la medida que estén alineadas mente y espíritu, se consolida el tesoro más grande que todo ser humano puede tener: paz interior.
Cuando hay paz en la mente y paz en el espíritu, prácticamente todo es posible. Pero sobre todo, porque esa armonía de mente y espíritu nos permite desarrollar la paciencia. La paciencia es muy importante en todo proceso de cambio para que dicho cambio sea realmente consistente.
Yo no me adjudiqué quince o veinte kilos de sobrepeso de la noche a la mañana. Sería absurdo querer despojarme de ese sobrepeso como por arte de magia. Hay dietas que prometen ese tipo de resultados, pero las consecuencias pocas veces son deseables, los rebotes no se hacen esperar y no logran un cambio en la mentalidad y en el estilo de vida de las personas, motivo por el cual tarde o temprano vuelven a estar igual o pero que antes o sustituyen una compulsividad por otra. Tengo amigas que han dejado de comer dramáticamente pero a cambio de la hambruna fuman dos cajetillas de cigarro al día. Están solamente cambiando la compulsividad de comer por la compulsividad de fumar.
Su espíritu y su mente son ahora sus dos principales aliados para traer a su cuerpo de nuevo a su estado óptimo. En la siguiente etapa verá como su espíritu y su mente transformarán su conducta y al cambiar sus hábitos, su cuerpo lo irá reflejando poco a poco. Pero eso, es un efecto secundario.
Su entorno, el contexto en el que se desarrolla su vida, su relación consigo mismo y con los demás experimentará cambios extraordinarios. Verá como se vas convirtiendo en una persona más fuerte, más sana, más bella (por dentro y por fuera) y por supuesto: más feliz.
El Cuerpo
Estoy segura de que si está leyendo este libro es porque en estos momentos su cuerpo no le gusta del todo o de plano, no le gusta nada. Pero espero que tras haber leído lo anterior, sienta algo de piedad por su cuerpo que tantos abusos le ha soportado, tantos insultos, tantos desprecios, tanto maltrato.
Su cuerpo ha sido sometido a todo tipo de castigos tanto en los excesos como en las restricciones. Lo faja, lo sobrealimenta, lo hambrea, lo deshidrata, lo fatiga, lo insulta, lo desprecia, lo oculta, lo expone, lo arriesga, lo culpa de sus complejos y de tus tristezas…Pero ahora ya sabe que su cuerpo solamente es un reflejo de las condiciones en las que están su espíritu y su mente.
Muy pronto verá que en la medida en que vaya cambiando su mentalidad y armonizando su espiritualidad en relación a todo su ser, su cuerpo responderá de manera igualmente armoniosa y bella porque su cuerpo es un organismo increíblemente perfecto y noble.
El metabolismo es una función del cuerpo que consiste en un conjunto de reacciones químicas que efectúan constantemente las células de los seres vivos con el fin de sintetizar sustancias complejas a partir de otras más simples o degradar aquellas para obtener estas.
Todos hemos escuchado hablar del metabolismo, frases tales como “tu metabolismo está muy lento” o “necesitas activar tu metabolismo” y por lo tanto asociamos el metabolismo con nuestra facilidad o dificultad para obtener resultados a partir de una dieta de control de peso.
Pensamos que si somos personas con un lento metabolismo, podemos sacrificarnos eternamente haciendo dietas estrictas y nuestra reducción de peso y tallas será mínima. En cambio las personas con un metabolismo muy activo, pueden comer más y sin embargo no engordarán tanto.
Para fines prácticos digamos que es cierto que una persona que tiene una vida más activa tiene también un metabolismo activo y las personas sedentarias tienen un metabolismo más lento. Esto suena terrible para quienes detestan el ejercicio. Es desmoralizante pensar que si no dedico horas enteras a extenuarme en un gimnasio, no podré adelgazar jamás.
Sin embargo, es bueno saber y recordar siempre que nuestro cuerpo es un organismo noble que responde al menor estímulo. No es necesario extenuarse o medio matarse en un gimnasio para lograr activar nuestras funciones metabólicas tras haber llevado por años una vida sedentaria. Un pequeño incremento paulatino en nuestra actividad diaria hará el milagro.
Muchas personas abandonas sus dietas y sus metas de adelgazar porque de pronto, de la noche a la mañana, se someten a rutinas a las que no están acostumbrados. Obviamente, sin prepararse espiritual y mentalmente para tal cosa y sin tomar en cuenta que los cambios deben ser graduales para que sean efectivos y consistentes.
Para tener éxito hay que hacer cosas que nos gusten y nos hagan sentir bien desde el principio. El merito de alcanzar una meta en la vida depende un 10% del esfuerzo y un 90% de la constancia. Es decir, mas vale hacer poco, pero siempre, que hacer mucho pero solo de vez en cuando.
Por ejemplo: si usted tiene que asear su casa, digamos barrer o trapear todos los días. Hágalo ahora acompañándose de alguna música rítmica que sea de su agrado. Salsa, merengue, cumbia, rock & roll, cualquier ritmo cuyo compás le motive a usted acelerar su paso. No solo quemará usted más calorías al moverse más de prisa, sino que será divertido, romperá la rutina y se sentirá feliz. Además de que terminará su quehacer más pronto y tendrá tiempo para otras cosas.
Salir a caminar por las tardes a un paso firme es una excelente opción. Este ejercicio es excelente para la función cardiovascular, no necesita vestimentas especiales, solo un par de zapatos cómodos. La caminata debe durar por lo menos veinte minutos. Digamos el equivalente a tres vueltas a la cuadra a un paso firme y regular.
Este tiempo es ideal para meditar, para reflexionar para reforzar su compromiso y visualizar la nueva vida que esta usted iniciando. Caminar ayuda mucho a despejar la mente y a poner en orden las ideas además de desestresarnos maravillosamente.
Más adelante, y en la medida en que su cuerpo gana condición, aprende a moverse más rápido y más ágilmente, puede usted ingresar a un gimnasio y hacer ejercicios de acondicionamiento primero, cardiovasculares después para finalmente entrar a la fase de ejercicios aeróbicos más pesados. Pero solo si usted desea construir un cuerpo atlético. Para “despertar” el metabolismo basta con que usted acelere un poco y gradualmente, su ritmo de trabajo y actividad.
En el hinduismo y en el budismo, se suele recurrir a las llamadas “mantras”. Un mantra es una serie de sílabas o palabras que se recitan y repiten constantemente para apoyar la meditación. Muchos que practican la meditación han oído hablar del famoso “om” entre los mantras budistas.
Un mantra sirve para programar la mente y alinear el espíritu. Por ejemplo, usted puede construir su propio mantra de acuerdo a lo que desea obtener como resultado. Cuando yo salgo a caminar, mantengo un ritmo firme en el paso, pero en lugar de contar “un, dos, tres”, para llevar el ritmo, utilizo un mantra. “mas fuerte, más sana, más delgada, más feliz. “ De hecho, esto, además de marcarme un ritmo al caminar, pues lo decía a cada paso, me recordaba que con cada paso que estaba yo dando en esa caminata diaria, yo me acercaba cada vez mas a ser precisamente, más fuerte, más sana, más delgada y más feliz.
Otras personas que he conocido y con quienes he compartido este ritual de salud, me dicen que prefieren utilizar esos veinte minutos de caminata para hacer oración. Algunas personas recitan el Padre Nuestro varias veces y eso les trae paz y tranquilidad. Otras simplemente deciden hablar mentalmente con Dios. Lo importante es no pensar en problemas, despejar la mente de angustias y darse ese momento para gozo y disfrute de la vida.
Meditar, pensar positivamente y al mismo tiempo ejercitarnos físicamente nos integra. Espíritu, mente y cuerpo se unen y trabajan juntos para lograr nuestros objetivos. Esto llevado a cabo en una base diaria o con una rutina constante, hace milagros, pues toda nuestra energía, en todos sus planos: espiritual, mental y físico, trabajan positivamente en bien de nuestro ser.
Bailar, caminar, hacer los trabajos de casa con más agilidad o sencillamente ejercitarse con algún aparato casero dará un buen resultado si el ejercicio lo realizamos en conciencia. No con sufrimiento, no como un castigo por nuestros pasados excesos sino como una actividad digna de disfrutarse. Por eso no debemos lastimarnos con el ejercicio ni exigirnos más de lo necesario al grado que terminemos por detestar el ejercicio.
Cada paso, cada movimiento, cada gotita de sudor es un bono, un punto a favor del logro de nuestra meta. Así hay que sentirlo y así hay que verlo: no es un castigo, es un mérito.
Nada es más gratificante ni más purificador que un baño con agua templada después del ejercicio. Un regaderazo fresco es toda una experiencia cuando se vive con los sentidos despiertos. La temperatura del agua, la rehidratación de la piel, la sensación de limpieza, todo es un verdadero placer cuando dejamos de hacerlo mecánicamente y nos permitimos disfrutarlo como un verdadero ritual placentero y relajante.
Cualquier barra de jabón es buena, pero es recomendable conseguir un jabón cuyo aroma nos resulte especialmente agradable. A mí en lo personal me gusta el jabón con aroma a menta. Me relaja y me produce una sensación de limpieza absoluta. A veces y para variar, utilizo un jabón a base de esencia de rosas. Los jabones no son costosos y son muy importantes para ponernos a tono con nuestra energía. Sin saberlo, son parte de nuestra cotidiana “aromaterapia”.
Tratar bien a nuestro cuerpo después de haber sido tan negligentes con él, es una buena idea. Es una garantía que el cuerpo responde positivamente al buen trato. Cuidar la piel es importante. Una buena crema humectante después del baño da una sensación de bienestar muy agradable.
De esta forma, y casi sin gastar dinero, solo con la actitud correcta y constancia, hemos creado nuestro propio “spa”. Nos estamos diciendo que nos queremos, sanamente. Nos cuidamos, nos protegemos, nos tratamos mejor que antes. Nuestro cuerpo responderá con gratitud.
Ahora que estamos conscientes de nuestro espíritu, de nuestra mente y de nuestro cuerpo y de cómo debemos dejar ya de atormentarlos y castigarlos para lograr una armonía que permita trabajar positivamente en pro de nuestros objetivos, podemos conocer qué es y para qué sirve el té verde y de qué manera nos ayuda a vivir mejor.
El Té Verde
El té verde no es una bebida milagrosa. Es una bebida mística. Sus propiedades, de las cuales hablaremos detalladamente más adelante, actúan sobre el cuerpo tanto como en nuestro espíritu y nuestra mente. Ningún otro brebaje tiene sus características y cualidades.
Lo más sorprendente es que el té verde, no solo es económico y fácil de conseguir, sino que es versátil y fácil de preparar. Se consigue en bolsitas y se prepara como cualquier otra infusión de té, puede beberse frío o caliente y puede prepararse para tenerlo como agua de uso y como base para preparar otras bebidas.
El té verde es un excelente diurético natural, desintoxicante, y “limpiador” del sistema digestivo en general. Beber cotidianamente de tres a cinco tazas de te verde es una garantía de que todo funcionará mejor en nuestro organismo. De pronto, desaparecerán los dolores de cabeza crónicos, las fatigas, las sensaciones de ansiedad que nos hacen comer compulsivamente y los desordenes del sueño.
Tomar te verde es una disciplina. Para que surta el efecto deseado debemos eliminar de nuestro consumo diario todas las bebidas negras: te negro, café, refrescos negros (de cola) embotellados o enlatados y las gaseosas. Mucho ayuda también el reducir al máximo posible la ingestión de alcohol y de grasas animales. Especialmente al principio, cuando estamos en la etapa de limpieza.
Cualquier dieta de reducción de peso, complementada con te verde, será mucho más efectiva puesto que esta bebida regula y equilibra el metabolismo y el funcionamiento de la tiroides, riñones, páncreas, hígado y tracto digestivo.
En este libro se proporcionará un menú a manera de sugerencia, pero cualquier dieta conocida, sea Atkin’s, Weight Watchers, La Zona o incluso alguna diseñada especialmente para usted por su médico, tendrá mucho mejor efecto complementándola con te verde y abandonando en definitiva el consumo de bebidas negras.
Espiritual y mentalmente hablando, el te verde tiene un efecto importante en el estado anímico de las personas. La ansiedad, el estrés, la sensación de angustia, nerviosismo, insomnio, fatiga y hasta algunas formas leves de depresión van desapareciendo en la medida en que el té verde comienza a hacer efecto. Esto es aproximadamente a las dos semanas de beberlo cotidianamente.
Si bien el te verde no es milagroso, muchos consideran que sí lo es. Y los chinos lo veneraban. En realidad el te verde puede catalogarse como un “elíxir”, un tónico con efectos benéficos probados científicamente.
Datos Históricos
El té verde fue descubierto por el emperador chino Shen-Nung en el año 2737 AC. Este té proviene de la familia de la Camelia Sinensis, un tipo de arbusto siempre verde que crece unos treinta pies de alto (unos 10 metros aproximadamente), color verde oscuro y con una floración blanca intermitente.
Durante muchos años y por los resultados extraordinarios que se apreciaban en la salud de quienes lo consumían, el te verde fue considerado un elixir terapéutico con propiedades curativas importantes.
Hoy en día se sabe que el te verde es una importante fuente de vitamina C y que es rico en nutrientes tales como los polifenoles. El te verde contiene además importantes cantidades de proteína, clorofila, taninos y aminoácidos. (Motivo por el cual una dieta complementada con te verde puede ser muy limitada en carnes rojas, reduciendo así los daños causados por el ácido úrico, y sin embargo, la persona sigue recibiendo una buena cantidad de proteína saludable a través del te.)
Debido a sus contenidos en polifenoles, muchos estudios científicos han demostrado que el te verde tiene un importante efecto en la prevención del cáncer. Estos polifenoles proveen los suficientes antioxidantes como para inhibir la formación de células cancerígenas estimulando los procesos de desintoxicación naturales del cuerpo y suprimiendo la formación y c/o crecimiento de tumores.
Es importante mencionar que la función terapéutica del te verde en la prevención del cáncer no abarca todos los tipos de cáncer, pero parece ser especialmente benéfico para prevenir el cáncer gastrointestinal, de colon, de pulmón así como aquellos relacionados con el estrógeno.
Como si esto fuera poco, el te verde ha demostrado mediante varios estudios científicos, tener la facultad de disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos. Para tal fin se recomienda beber de entre tres a cinco tazas diarias de la infusión.
Los polifenoles contenidos en el te verde y que no están presentes en otras bebidas (por ejemplo, no se encuentran en el te negro) funcionan como poderosos antioxidantes, balancean la presión sanguínea, fortalecen el sistema inmunológico y como ya hemos mencionado, contienen propiedades anticancerígenos. Para darnos una idea del potencial antioxidante del te verde, le diré que tiene veinte veces más poder antioxidante que la vitamina E.
Estudios realizados en Europa han demostrado que el té verde ofrece importante protección contra los efectos de la radiación, mayor resistencia ante los tumores causados por la radiación (por ejemplo tumores en la piel causados por la sobre exposición al sol). Pero lo más importante es que inhibe o reduce la generación de células cancerosas o tumorales.
En el aspecto dietética, el te verde ayuda mucho a mantener equilibrado el metabolismo pero además controla el colesterol, los niveles de grasa corporal y eleva el sistema inmunológico.
Una bebida capaz de proveernos de tantos beneficios merece un sitio de honor en nuestra alacena. Eso sin lugar a dudas. Pero en el caso de quienes hemos buscado un nuevo estilo de vida, el te verde es de gran ayuda. Especialmente cuando erradicamos de nuestra dieta las bebidas negras.
Al dejar de beber café, té negro o bebidas negras embotelladas, enlatadas o gaseosas, nuestro cuerpo experimentará de por sí un bienestar. Si además suplimos esto ingiriendo te verde, el beneficio desintoxicante y purificador será aun mayor y las funciones de nuestro cuerpo, mente y espíritu se potencializarán y optimizarán.
No es necesario explicar demasiado para entender que cualquier persona que se sienta bien durante el día y descanse adecuadamente durante sus horas de sueño en la noche, se verá mucho mejor, se verá más ágil, más activa rejuvenecida y contenta. Todo esto se refleja en forma de belleza, de armonía, de salud.
Hay muchas formas divertidas para disfrutar del té verde. En su forma tradicional, como infusión solamente, caliente o frío es excelente. Pero al prepararlo como agua de uso, se pueden aprovechar todas sus propiedades utilizándolo como base para preparar limonada, agua de jamaica o cualquier otro refresco a base de frutas naturales. También se puede modificar y variar el sabor del te verde, cuando se bebe caliente, mezclándolo con una bolsita de te de manzanilla, de hierbabuena, de azahar o con algún otro té de su preferencia excepto te negro.
Endulzar el te verde es cuestión de gustos. Para quienes desean perder peso, lo ideal es utilizar sustitutos de azúcar o edulcorantes artificiales. Si prefiere una dieta más apegada a lo naturista, puede optar por el azúcar mascabado o la miel de abeja. El piloncillo es también una excelente alternativa para endulzar, pero, por supuesto… ¡No es bajo en calorías!
Algunas importantes propiedades del té verde
•El té verde tiene propiedades que balancean los niveles de azúcar en la sangre, la presión sanguínea y los niveles de colesterol lo que ayuda a prevenir enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer, limpia el hígado y ayuda a eliminar los metales pesados del organismo. Provee importantes cantidades de zinc, minerales y vitaminas, regula los patrones del sueño, el funcionamiento de la tiroides y los niveles hormonales. Es un excelente agente rejuvenecedor por sus propiedades antioxidantes, evita problemas dermatológicos y ayuda a la relajación.
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•Hoy en día se ha incrementado importantemente el interés mundial en las propiedades terapéuticas del té verde, tanto como bebida, complemento alimenticio, base para cosméticos y fragancias.
•El te verde se utiliza como conservador alternativo para algunos productos que forman parte del mercado para quienes prefieren optar por preservadores naturales
•El té verde ayuda a reducir los riesgos de cáncer esofágico, de piel y mamario precisamente debido a su poderosa acción antioxidante.
•El té verde ayuda a suprimir y revertir las señales de envejecimiento. Es un revitalizador natural debido a sus altos contenidos de vitamina B, lo que ayuda a combatir el estrés y a liberar mayores cantidades de energía.
•El te verde ayuda a prevenir las caries debido a sus altos contenidos naturales de fluoruro y a la vez ayuda a prevenir el mal aliento por sus propiedades desintoxicantes y sus contenidos de clorofila.
•El te verde ayuda a disminuir los niveles de colesterol y reduce importantemente los riesgos de infarto en los hombres (American Medical Association)
•Uno de los más importantes beneficios de tomar te verde es que contiene 100 veces más vitamina C y 25 veces más vitamina E de manera conjunta que cualquier otro alimento o bebida. El te verde es el más poderoso antioxidante conocido hasta el momento.
•El te verde ayuda a restringir la proliferación de bacterias que causan enfermedades. Tiene un efecto antibiótico natural que actúa de manera preventiva.
•El te verde ayuda a curar la constipación o estreñimiento.
•Algunos estudios en proceso han comenzado a demostrar el efecto del te verde para prevenir riesgos de infarto, arterosclerosis, enfermedades del corazón y alta presión.
Blanco y negro no…colores sí
Hemos hablado ya de erradicar de nuestros hábitos de consumo las bebidas negras: café, te negro, refrescos de cola y gaseosas enlatadas y/o embotelladas.
Si usted desea bajar de peso considerablemente, también eliminaremos lo que
Han llamado “los cinco venenos blancos” que son: Azúcar, harina, alcohol, grasa y sal.
Dependiendo de lo rápido que usted desee bajar de peso o sentirse realmente mejor, es la medida en que erradicará estos productos de su dieta diaria. Particularmente creo que ninguna dieta o régimen debe privarnos de nuestro disfrute de la vida. Por lo tanto, puede usted comenzar por simplemente disminuir el consumo de estos productos. Recordemos que los cambios radicales son difíciles de sostener y en nuestro sistema, lo importante es la constancia, no el grado de sacrificio.
Comer con alegría no significa comer en exceso o con gula. Comer con alegría es comer sano, suficiente y satisfactoriamente. Haga de su plato un arco iris. Ahora que erradicaremos lo “negro y lo blanco”, podemos ser creativos con los colores.
Coma frutas en la mañana y verduras al medio día y en la noche. De preferencia no coma frutas por la noche ya que contienen carbohidratos y usted guardará reposo a la hora de dormir y no los quemará.
Haga un plan de alimentación basándose en lo que le guste pero quitando todo lo blanco y todo lo negro que pueda. Vaya al mercado y vea cuantas cosas deliciosas hay que sí puede comer.
En cuanto a las carnes, prefiera el pescado y el pollo por sobre la carne roja. Aunque puede comer carne roja si lo desea unas dos veces por semana.
La clave de una dieta para adelgazar es muy sencilla: comer moderadamente, servirse una sola vez de cada cosa (¡Nunca repetir un platillo!). Mi abuela solía decir “Para saber a qué sabe el pastel, con una migaja tienes.”
Cada vez que usted venza un antojo será un triunfador. Habrá vencido a la tentación. Cada tentación vencida es un punto más a su favor. Usted se está volviendo más y más fuerte cada día. Primero se fortalece el espíritu, la mente y finalmente el cuerpo nos premia con una enorme sensación de bienestar.
Le he dicho que cualquier dieta que usted quiera hacer será buena, pero le recomiendo dietas sanas y balanceadas y no dietas castigadoras. El te verde no ayuda a los que se maltratan y castigan. No espere adelgazar en tres días o tres semanas lo que le ha tomado años acumular. La paciencia es indispensable.
Comenzando el día
Un cambio implica siempre modificar nuestros hábitos. Cambiar desde la forma en que despertamos o nos programamos para despertar y tomamos actitud frente al día y la vida (ésa y todas las mañanas), decidiendo a partir de este momento ya no dejarnos maltratar por nosotros mismos o por otros, con sus comentarios o poses; y con un pensamiento diáfano y ubicado, repasamos una y otra vez lo importante de éste cambio y lo trascendente que resultará en nuestra vida.
En seguida un momento de meditación personal en un punto específico y programarnos en la calidad de vida que merecemos y debemos buscar tener. Iniciar con cambios de actitud personal, con mente positiva y objetivos pequeños pero alcanzables viviendo “el día” y en esos cambios ver, por ejemplo, la necesidad de “algo” en la vestimenta; de la manera que hacemos nuestras compras.
Ese “algo” es darle sentido a lo que hacemos. Darle un motivo y un objetivo. Dejar de hacer las cosas mecánicamente y comenzar a vivir cada detalle por insignificante que parezca, en conciencia.
Lo que le sugiero a continuación son cosas buenas, nutritivas, saludables y no muy costosas. (Usted puede poner o quitar algunos de estos artículos y suplirlos por similares que sean de su preferencia).
Si usted tiene en su refrigerador y en su alacena cosas que ayudan a su nuevo estilo de vida, tendrá menos tentaciones que vences y sus resultados serán mejores.
Además puede compartir esto con el resto de la familia. Ya que la diferencia es que, si usted desea bajar de peso, puede comer lo mismo que los demás pero en menores cantidades.
Sugerencias de alimentos para tener en casa:
Lista del supermercado para el refrigerador:
Leche descremada (ligera y baja en grasas)
Yogurt bajo en grasas y sin azúcar
Queso cottage
Huevos (usted solo podrá comer 4 por semana. ¡Tienen colesterol!)
Queso panela o fresco
Margarina ligera
Jugo de toronja
Jugo de tomate y/o verduras
Frutas y verduras:
Melón
Papaya
Piña
Plátano (1/2 diario)
Ciruelas
Manzanas verdes
Jícama
Guayaba (una al día)
Limones
Naranjas
Lechuga
Zanahoria
Tomate
Nabo
Cebolla
Brócoli
Coliflor
Betabel (coma poco y con moderación)
Carnes frías:
Jamón o salchichas (usted comerá una salchicha o dos rebanadas de jamón)
Carne:
Pavo (pechuga)
Pollo (pechuga)
Pescado (trucha, mojarra, atún, salmón)
Lomo de cerdo (Una o dos veces por semana)
Carne magra de res. (Una o dos veces por semana).
Y en la alacena:
Galletas integrales (dos diarias)
Tostadas de maíz (Tortillas deshidratadas)
Azúcar mascabado
Sal vegetal (Vege-sal)
Edulcorante artificial
Cereal integral
Especias y sazonadores (condimente delicioso y no necesitará mucha sal)
Latas de atún en agua
Calamares en su tinta
Arroz integral o blanco (preparar al vapor)
Spray antiadherente para sartenes (no comerá nada frito pero sí a la plancha)
Aceite de oliva
Miel de abeja
Frutas secas deshidratadas no azucaradas.
Cajas con bolsitas de té verde.
Pan integral (podrá comer dos rebanadas diarias tostdas)
Concentrados naturales no azucarados para preparar bebidas de:
Jamaica
Tamarindo
Sandía
Melón
Horchata
(Estas se pueden endulzar con edulcorante artificial, miel de abeja, azúcar mascabado o piloncillo y se preparan en te verde como agua de base).
Procure eliminar de su lista de compras los embutidos (son grasosos y muy salados), los tocinos, quesos grasosos o productos demasiado dulces.
Recuerde cocinar siempre a la plancha, al vapor, a la parrilla. Evite alimentos fritos o empanizados.
Todo lo anterior son solamente sugerencias que le permitirán ir haciendo sus compras de una forma que ayude a su dieta evitando tener a la mano productos engordadores que provoquen tentación.
Como tomar el te verde
Se recomienda tomar de tres a cinco tazas diarias de te verde. Este puede beberse caliente o frío. En caso de mujeres embarazadas se recomienda tomar solo tres tazas.
Para preparar agua de uso a base de te verde ponga a hervir dos litros de agua y coloque cuatro bolsitas de te cuando el agua esté ya en ebullición. Deje las bolsitas en el agua por espacio de dos a cuatro minutos y retírelas. Deje enfriar el agua y no la endulce.
El agua de uso a base de te verde debe estar más diluida que la infusión preparada por tazas en la que se pone un sobrecito de té por taza de agua. Esta agua de uso a base de te verde le servirá para preparar jamaica o agua de tamarindo y una vez mezclado podrá endulzarlo a su gusto.
Al iniciar su nuevo estilo de vida tenga en cuenta que es muy conveniente que deje usted de beber café negro, chocolate, refrescos de cola enlatados o embotellados y otras gaseosas.
Los refrescos de dieta o light, en efecto no aportan calotas pero tampoco permiten bajar de peso tan efectivamente como uno quisiera debido a sus altos contenidos de sodio. El sodio retiene líquidos en el cuerpo y el gas de los refrescos “infla” el estómago. Usted se sentirá mucho mejor si no los consume.
Ahora bien, el café de la mañana resulta necesario para muchas personas y sin duda es delicioso. Si no desea prescindir del café matutino, trate de tomar solamente una taza y dispóngase a beberlo lentamente y disfrutarlo al máximo. Pero limitese a una sola taza de café al día y si puede conseguirlo descafeinado, tanto mejor.
Si usted es de las personas que acostumbran beber muchos refrescos negros, por ejemplo de cuatro a cinco refrescos al día, procure ir reduciendo gradualmente esta cantidad. Por ejemplo, tome dos refrescos solamente. Elija el lugar y el momento para beberlos, siéntese y disfrute de beber su refresco. No lo tome compulsivamente. Registre en su mente “Ya bebí un delicioso refresco. Es suficiente”.
Ya en la noche y cuando vaya usted a dormir, beba su última taza de te verde. Después de eso no ingiera nada más. Es importante que lo último que llegue a su estómago en el día sea una taza de te. Esto ayudara a digerir lo que haya comido, le permitirá dormir bien y su organismo trabajará mejor durante sus horas de sueño.
Un buen “tip” es traer en su bolso sobrecitos de te verde. De esa manera, cuando esté con otras personas o de visita en algún lugar y le ofrezcan algo de beber, usted puede pedir solamente una taza con agua caliente y preparar su te verde sin mayor problema. Recuerde, usted está iniciando un nuevo estilo de vida.
Recomendaciones:
Antes de iniciar cualquier dieta o rutina de ejercicios, lo mejor es que consulte a su médico familiar. El le podrá orientar respecto a cuál dieta es la mejor para usted. Hay dietas bajas en carbohidratos, bajas en proteínas, bajas en calorías, bajas en grasas, etc. Cada persona tiene requerimientos nutricionales diferentes.
Es importante que usted se haga algunos estudios simples como revisar su presión arterial, sus niveles de colesterol, y hacerse una biometría hemática completa. Su médico interpretará los resultados y le orientará en caso de que usted requiera algún complemento alimenticio extra.
Cuando yo comencé mi dieta, tenía 15 kilos de sobrepeso y sin embargo estaba algo anémica. Mis hábitos alimenticios eran tan malos que a pesar de que comía en exceso me alimentaba incorrectamente. Me faltaba hierro y me faltaba calcio.
En mi caso particular, siendo una mujer casada, madre de familia y con cuarenta y dos años de edad, mi dieta era baja en grasas y baja en calorías. Comencé a hacer ejercicio leve mediante caminatas por las tardes. Mi dieta fue complementada tomando:
1 comprimido de 500mg de calcio y hierro. (puede tomar el calcio y el hierro por separado).
*Tomar un complemento de calcio es particularmente importante si usted es mujer.
El te verde contiene suficiente vitamina C y antioxidantes como para no requerir suplementos en cuanto a vitamina E se refiere. Sin embargo tomé por un tiempo un complemento vitamínico de complejo B. Se consiguen en cualquier farmacia o centro nutricional. Siga la dosis recomendada.
El peso
No importa cuanto sobrepeso tenga usted. No lo ganó de la noche a la mañana y tampoco lo perderá por arte de magia. Debe usted ser a la vez constante y paciente. Es mejor un cambio gradual y consistente pero saludable que un cambio radical y contundente que ponga en riesgo su salud.
Si quiere hacer una dieta para perder peso, adquiera una báscula para usted y use siempre la misma. Como no todas las básculas están calibradas igual, puede haber pequeñas diferencias entre lo que registre una o la otra. De manera que es mejor que usted se pese siempre en la misma escala.
Pésese al inicio de su régimen y apunte en un cuaderno su peso y la fecha. Para fines prácticos y de salud mental, usted se pesara solo una vez por semana. Por ejemplo: si se pesó usted un sábado, los sábados serán el día en que usted se subirá a la báscula. No otro día.
Si usted comienza a pesarse a diario, contando hasta el más mínimo gramo que usted sube o baja, deténgase. Reconozca que está actuando obsesivamente. Eso no le ayuda, al contrario, le generará frustración. Tranquilícese. Los resultados se verán pronto.
Usted tiene una cita con la báscula cada ocho días. Debe pesarse sin ropa y en ayunas. De preferencia a primera hora en la mañana. Las primeras dos semanas no verá usted grandes cambios ni resultados notorios. Su cuerpo se está adaptando al nuevo sistema. Lo está asimilando. La respuesta vendrá después. No se desanime, será pronto.
Al transcurrir el primer mes, si usted ha dejado la grasa, la sal, el alcohol, el azúcar y las harinas y ha disminuido notoriamente su consumo de bebidas negras sustituyéndolas por el te verde, comenzará a recibir gratas sorpresas.
Especialmente, si usted se ha dedicado a afinar su mente y su espíritu, si ha meditado, si ha alimentado la fuente de su fuerza interior, si ha programado sus pensamientos positivamente y ha aumentado un poco y gradualmente su actividad física los resultados se comenzarán a ver a partir del primer mes.
Cada vez que se suba a la báscula, anote su peso y la fecha. Por ejemplo, si usted decidió iniciar su dieta en septiembre del año 2005 y pesarse todos los sábados por la mañana, elabore una gráfica similar a la siguiente:
DíaPeso:
Sábado 03 de sept. 200570kgs.
Sábado 10 de sept. 2005
Sábado 17 de sept. 2005
Sábado 24 de sept. 2005
Cada día sábado usted anotará el peso que registra en la báscula y así podrá llevar un control de sus resultados. Le recuerdo, los mejores resultados se verán hasta el segundo mes siempre y cuando usted sea paciente y constante.
Llevar un registro de su peso es bueno y es recomendable también, si así lo desea usted, apuntar sus cambios: ¿Se siente mejor? ¿Ha dormido mejor? ¿Ha estado usted más tranquilo o con mejor ánimo? Todo esto es importante.
Cada día que usted logra que su espíritu, su mente y su cuerpo trabajen en equipo por y para usted, es un triunfo que lo acerca cada vez más a la consecución de sus metas. Si por alguna razón usted flaquea o rompe su dieta un día, no claudique, no abandone sus objetivos. Al contrario, debe usted retomar las riendas y volver a empezar.
Cambiar hábitos y costumbres no es fácil, es normal tener recaídas de vez en cuando. Mantengase consciente de lo que está usted haciendo y lejos de enojarse consigo mismo o decepcionarse de sí mismo, vuelva a intentar poner orden.
Este sistema no es para ponerse de mal humor, no es para sentirse débil, no es para andarse “desmayando”. Todo lo contrario. Este sistema es para sentirse contento, fuerte, cada día más feliz de ser uno mismo. Lo importante es que usted se sienta feliz de tener el control sobre sí mismo, sobre sus acciones y sus reacciones. No pierda de vista el hecho de que verse mejor es solamente una consecuencia de sentirse mejor.
¿Cuál te verde es el correcto?
Hoy en día existen en el mercado muchas diferentes marcas de te verde. La marca no hace la diferencia. También hay muchas variantes y mezclas para hacer te y muchas de estas mezclas contienen te verde. Este té se puede conseguir (en Estados Unidos) al natural o descafeinado. Yo lo prefiero natural. Mientras menos procesado sea el producto, tanto mejor.
Lo importante es que usted se asegure de que el producto que usted compra como te verde esté hecho a base de Camellia Sinensis, esta es la hierba de la que está hecho el auténtico te verde.
Ahora bien, el te verde y el te negro están hechos con la misma hierba Camellia Sinensis. La diferencia estriba en que el te negro es fermentado y el te verde no lo es. La fermentación altera las propiedades de la Camelia Sinensis. Por lo tanto, no es igual beber te negro que beber te verde aunque ambos tengan el mismo origen.
En el mercado, este se te consigue generalmente en las estanterías donde se exhiben otros tipos de te, como el de manzanilla, hierbabuena, limón etc. Puede encontrarlo bajo los nombres de: Te verde, Te Verde Chino, Te Verde Japonés, Te verde Oriental, etc. No importa el nombre comercial, lo importante es que sea a base de Camellia Sinensis.
Cambios rápidos y cambios graduales.
Cambiar para bien es siempre algo favorable. Implica hacer cosas buenas y bonitas para nosotros mismos y para quienes nos rodean. El problema es que viviendo en una época en la que lo inmediato y lo desechable parece mas deseable que lo gradual y lo permanente, la desesperación y la impaciencia suelen traicionarnos. La perseverancia y la paciencia son virtudes que debemos aprender a desarrollar para lograr objetivos y alcanzar metas consistentemente.
Es claro que cuando buscamos un cambio en nuestro estilo de vida, lo que más deseamos es ver resultados a la brevedad posible. Un cambio positivo en el estilo de vida trae consigo resultados mucho más pronto de lo que usted se imagina. Pero si en realidad quiere usted ir transformando detalles externos mientras que logra armonizar lo interno, puede hacerlo y disfrutar de lo que descubrirá.
Es conveniente no comprar ropa nueva hasta alcanzar el peso y la talla deseados. Sin embargo, he notado que muchas personas que se han “abandonado” no solo han descuidado su salud espiritual, mental y física de manera que engordan y se sienten mal. Este descuido ha hecho estragos en otras cosas también: el pelo, las uñas, los dientes, la calidad de la piel etc. Todo esto irá mejorando en la medida que su estilo de vida sea más saludable.
Cuando comience a mejorar su circulación sanguínea con algo de ejercicio suave, esté usted mejor hidratado, se alimente con inteligencia y moderación y se trate bien a usted mismo psicológicamente hablando, todo empezará a mejorar.
Esto se parece al proceso de afinar un automóvil. Un auto bien afinado generalmente no falla, no hace ruidos “extraños”, y es más confiable. Lo mismo sucederá con usted. Muchos “achaques” desaparecerán. En esta analogía, podemos ver el te verde como un “aditivo”, un “lubricante” de excelente calidad para ayudar al buen funcionamiento de toda nuestra “maquinaria”.
Sin embargo, usted puede empezar a sorprenderse gratamente a sí mismo y a los demás implementando algunos cambios rápidos que servirán para salir de la rutina, para mejorar su imagen y para sentirse bien.
Algunos de estos cambios recomendables son:
Ir al dentista. Como usted va a sonreír más, es muy recomendable que sus dientes estén en las mejores condiciones posibles.
Elija un nuevo estilo de corte de cabello o peinado. Puede incluso recurrir a cambiar el color de su cabello, hacerse un tratamiento casero que ayude a nutrir su cuero cabelludo y mejorar la textura de su pelo, etc.
Hacerse un facial, un manicure y un pedicure. Depilarse (en caso de ser necesario) Recurrir a un masaje terapéutico es una buena idea también.
Vaya observando las modas de temporada, pronto podrá usted lucir su ropa muy bien y con mucha seguridad. Tiene tiempo aun para ir pensando en su nueva imagen. ¿Cómo le gustaría vestir ahora que usted va a pesar 15 o 18 kilos menos? ¡Imaginase lo bien que se va a ver usted!
Puede empezar por hojear revistas de modas, ir tomando ideas de aquí y de allá, para que llegado el momento, usted tenga una imagen muy clara de cómo quiere lucir.
Le recomiendo que se haga tomar una fotografía antes de iniciar todos los cambios que usted va a hacer. Tómese una foto hoy y sea constante en su propósito de verse mejor. Dentro de tres o cuatro meses se hace usted tomar otra foto. Verá lo sorprendente de los cambios. ¡Parecerá que se ha quitado, no solo kilos, sino años de encima!
Sea usted su propio “manager”
Les contaba al principio de este libro que yo trabajo en medios de comunicación. Trabajo para una importante cadena de televisión al frente de un noticiero. Ahí he conocido a mucha gente y entre las profesionistas más interesantes que me ha tocado tratar, están los “manager”.
Los representantes de los artistas son gente muy interesante pues tienen una gran visión. Son capaces de descubrir el talento, el potencial, las capacidades, los alcances, y la belleza que hay en la persona a la que representan. Lo mejor de todo es que creen verdaderamente en aquellos a quienes promueven.
Así, los “manager” se convierten en diseñadores de imagen y saben a quien recurrir para sacar el mejor partido de su artista representado. Piensas qué ropa es la que mejor le queda, qué corte de cabello, qué estilo de maquillaje, cómo deben conducirse en público y como cuidar de su vida privada, les consiguen buenos contratos, eventos a la altura de su categoría etc. Claro, en todo esto hay una importante ganancia para ellos también, hay un interés. Pero los mejores managers que conozco, también cuidan el espíritu y la salud mental de sus representados.
Los malos manejadores o malos managers, suelen tener fama de explotadores, no cuidan la estabilidad, la salud y la imagen de su representado. Lo explotan hasta que lo revientan, arruinando sus carreras y a veces hasta sus vidas personales.
La diferencia entre un buen manager y un mal manager es que el buen manager cuida a su representado, han llegado a ser sus mejores y más cercanos amigos, confidentes y apoyos morales en tiempos difíciles. Los malos managers solamente explotan, exhiben y a veces traicionan al artista hasta que se lo acaban.
Cuando doy alguna plática para alumnos de comunicación en las universidades que me han invitado para intercambiar ideas con los futuros comunicadores, les digo que sean sus propios managers ahora. Ya cuando estén en el ámbito profesional tendrán, si su carrera lo requiere, un manager profesional. Pero en la vida, todos deberíamos ser como un manager de los buenos para nosotros mismos.
Cada vez que les digo esto, se hace un gran silencio y me escuchan con peculiar atención. Parece, les digo, que todos quisiéramos tener a alguien que de manera sincera y desinteresada nos dijera qué hacer, y qué es lo mejor para nosotros. Por otra parte, parece que nosotros siempre sabemos que es lo que otra persona debería hacer ante tal o cual circunstancia. Nos sentimos “managers” naturales de las vidas ajenas. Es como si siempre supiéramos que deben hacer los demás y pocas veces nos sentimos seguros de qué es lo que nosotros mismos deberíamos hacer.
Ser nuestro propio manager no es difícil. Es cuestión de encauzar, de enfocar nuestra visión de éxito hacia nosotros mismos. Y entonces les digo a los alumnos ¿Qué harías por ti si tu fueras tu manager? O mejor dicho, vamos a jugar con la imaginación: Imagínense que en este momento llega ante ustedes una persona idéntica a ustedes mismos.
Uno de los alumnos me preguntó muy directamente “¿Cómo?”
Era un muchacho joven, un poco pasado de peso, desaliñado pero visiblemente, una persona de bonitas facciones y de buena actitud. Entonces le dije:
-¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo Carlos
-Bien. Ahora mírate en un espejo y obsérvate muy detenidamente. Piensa que tu eres otra persona y ese muchacho que ves en el espejo, que se llama Carlos, viene hacia ti y te dice: “Me gustaría que me ayudaras, que fueras mi manager, que me dijeras qué hacer para lograr lo que quiero en la vida, para alcanzar mis metas y tener éxito.
Obviamente, lo estudiarás con detenimiento y si te interesa ayudarle, le preguntarás “¿Y qué es lo que quieres lograr?” El podrá decir: Tener novia, conseguir un trabajo, hacer más amigos, entrar a trabajar a la televisión etc., cualquier cosa que sea su plan o su objetivo te lo dirá.
Con base en eso, tú tratarás de encontrar qué potencial tiene para lograr sus objetivos. De acuerdo a lo que desea hacer, tú planearás lo que necesita para lograrlo. Digamos que Carlos quiere trabajar en la televisión y obtener una oportunidad para aparecer en pantalla, “a cuadro”, como decimos en el argot de la tele.
Y seguramente le dirás: “Bueno. Me parece bien, pero antes tenemos que afinar algunos puntos. Pensarás cuál es la mejor imagen para Carlos, le sugerirás que se ponga en línea, que haga una dieta sana y algo de ejercicio, probablemente le dirás que lea e incremente su acervo cultural y su vocabulario, luego, irás viendo como le consigues la ropa adecuada para que luzca lo mejor posible, le infundirás confianza en sí mismo, le ayudarás a enfrentar las entrevistas de trabajo que le vas a conseguir y le dirás que es importante que se sienta seguro de sí mismo.
Será necesario un tiempo de preparación, de entrenamiento previo, como cuando un manager de box entrena a su pugilista. Ningún buen manager de box lanza al cuadrilátero a su boxeador carente de condición, mal alimentado y sintiéndose inseguro y atemorizado. Si así lo hiciera, está a un paso de perder al primer round.
Carlos al igual que los demás muchachos y muchachas del auditorio entendieron que todos tenemos la capacidad de ser nuestro propio manager en la vida. Meditando un poco, podemos saber con exactitud y claridad qué es lo que queremos, qué es exactamente lo que debemos hacer para lograrlo y cómo debemos prepararnos para ello. Que no lo hagamos es otra cosa. Pero todos podemos hacerlo realmente.
Cuando se recita aquel refrán que dice que “El hombre es el arquitecto de su propio destino” se nos está repitiendo una gran verdad. Esto significa que cada quien es su propio manager, su propio representante, su propio diseñador de imagen. Un buen arquitecto sabe que Roma no se hizo en un día y un buen manager sabe que para desarrollar todo el potencial de su representado debe ser constante y paciente, motivador y comprensivo, estricto, exigente pero bondadoso. No un explotador ni un tirano.
No importa la edad que usted tenga ni el escenario en el que se desarrolle su vida, usted tiene un papel importante que desempeñar, ya sea como padre o madre de familia, como estudiante, profesionista, amigo, hermano, trabajador, artista o lo que sea. Usted puede ser mejor de lo que ahora es y sentirse muy contento de ser usted mismo. Partiendo siempre de lo que se tiene, de una realidad, de donde uno está.
Ser su propio manager significa tomar las riendas de su vida y conducirla paso a paso, prudente y pacientemente pero con constancia hacia donde usted quiere ir.
La armonía interior, la paz del espíritu, la congruencia y la salud mental, el cuidado de la reputación, la pulcritud en el cuerpo y en el vestir, en el pensamiento y en lo que decimos, una dieta sana y balanceada, un cuerpo bien nutrido, alimentado con moderación e inteligencia, ejercitado de acuerdo a nuestras posibilidades para mantenerlo fuerte y ágil, son sin duda las herramientas necesarias para sentirnos bien con nosotros mismos.
La buena relación con uno mismo (espiritual, mental y físicamente) es indispensable, tan indispensable como es la buena relación que un artista o un boxeador debe tener con su manager. Es la clave del éxito. Luego, en ese orden de prioridad, vienen las relaciones con los demás, con la familia y con los amigos y colegas. Pero todo requiere de una gran sinceridad, de conciencia, de cuidado minucioso y detallado. Los resultados son tan gratificantes que, aun que parezca un gran esfuerzo hacerlo, al final, parece poco en comparación con las ganancias.
He aquí pues, la dieta del te verde, que más que una simple dieta, es la invitación a iniciar un nuevo estilo de vida con resultados positivos garantizados.
Preguntas más frecuentes:
A continuación veremos las preguntas más frecuentes respecto a esta Dieta del te Verde.
P.- ¿Dónde consigo el té verde?
R.-El te verde se puede conseguir prácticamente en cualquier supermercado. Lo hay de muchas marcas y cualquiera de ellas es buena.
P.- ¿Cuál té verde es el mejor?
R.- Todos son igualmente buenos siempre y cuando sea auténticamente de Camelia Sinensis que es la hierba a partir de la cual se prepara esta infusión.
P.- ¿Puedo tomar te verde si estoy embarazada?
R.- Sí. El te verde no tiene efectos colaterales dañinos. Sin embargo, contiene cafeína en pequeñas cantidades. Por lo tanto es recomendable que consulte a su médico con respecto a cuánto té puede o debe usted tomar.
P.- ¿Puedo tomar te verde si soy diabético?
R.- Por supuesto que sí. Pero, la forma en que usted decida endulzarlo depende de su necesidad de controlar la ingestión de azúcares.
P.- ¿El te verde sirve para curar el cáncer?
R.- No no es curativo, es preventivo. El te verde sirve para prevenir la proliferación de células cancerosas y el crecimiento de cierto tipo de tumores. Hay estudios científicos serios realizados por la American Medical Association que avalan estos resultados.
P.- ¿El te verde reduce los signos de envejecimiento?
R.- Sí. El te verde es un antioxidante veinte veces más potente que la vitamina E. Tomándolo con regularidad la condición de su piel mejorará notablemente.
P.- ¿El te verde sirve para adelgazar?
R.- No es un producto para adelgazar. Si usted lo bebe para sustituir otro tipo de bebidas como el café negro y los refrescos, tendrá un mejor resultado en su dieta debido a que mejora el funcionamiento metabólico de forma importante. Pero para adelgazar es importante seguir un régimen alimenticio adecuado.
P.- ¿El te verde mejorará mi estado de ánimo?
R.- Si, Si usted bebe te verde de manera constante y regular, su organismo se irá desintoxicando poco a poco. Es claro que un organismo desintoxicado y que funciona mejor se refleja en una sensación de bienestar que le dará mejor ánimo.
P.- ¿El te verde quita el hambre?
R.- No. El te verde no es un agente anoréxico. Sin embargo, si disminuye factores que hacen a la persona comer compulsivamente, tales como la ansiedad y el nerviosismo.
P.- ¿Cuánto te verde debo tomar al día?
R.- Se recomienda tomar de tres a cuatro tazas de te verde al día para lograr los mejores resultados.
P.- ¿Cuáles son las propiedades y los beneficios del te verde?
R.- Pase a la página 24. “Algunas propiedades y beneficios del te verde”. Ahí encontrará toda una lista de beneficios y propiedades de esta infusión.
P.- ¿En cuánto tiempo podré ver resultados y cambios a partir de que comience mi dieta con te verde?
R.- En cuanto a pérdida de peso, dependerá de la dieta alimenticia que siga. En cuanto al bienestar general producido por beber te verde, usted verá y sentirá resultados a las dos semanas de beberlo de manera continua.
P.- ¿El te verde ayuda a resolver problemas de constipación?
R.- Si. El te verde hidrata el cuerpo y sus propiedades ayudan a un mejor funcionamiento del intestino.
P.- ¿El te verde me ayudará a dormir mejor?
R.- En algunos casos, si la persona es extremadamente sensible a la cafeína puede ser que no. Sin embargo, el te verde ayuda a sentirse más relajado y sin estrés, esto puede ayudarle a descansar mas y mejor. Si usted es sensible a la cafeína, aun en pequeñas cantidades, es recomendable que en la noche beba te verde descafeinado. Se consigue en Estados Unidos.
P.- ¿Es costoso el te verde?
R.- No. El te verde cuesta igual o casi igual que cualquier otro tipo de te.
P.- ¿Puedo beberlo frió o caliente?
R.- Sí da igual, usted puede beber el te verde frío o caliente o bien preparar jarras de esta infusión un poco más diluido para tenerlo como agua de uso y base para preparar refrescos de frutas, jamaica o limonada.
Índice de contenido:
Introducción…………………………….2
El Inicio………………………………….3
El Espíritu……………………………….6
La Mente………………………………..10
El Cuerpo……………………………….15
El Té Verde……………………………..20
Datos históricos y Beneficios…………21
Algunas importantes propiedades
Del té verde…………………………….24
Blanco y negro no, Colores sí………..26
Comenzando el día……………………27
Sugerencias de alimentos para
Tener en casa………………………….28
Cómo tomar el té verde……………….30
Recomendaciones……………………..32
El Peso…………………………………..33
¿Cuál té verde es el correcto?.............35
Cambios rápidos y cambios graduales..36
Sea usted su propio manager…………..38
Preguntas frecuentes…………………….42.